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Víctima de supuesta tortura acusó que Bower se reía mientras era castigado

En el juicio oral que enfrenta el exmimistro del Interior Walter Bower Montalto y otros dos agentes de policía, por supuestos hechos lesión corporal en el ejercicio de funciones públicas y de tortura, declaró la víctima Crio. Alfredo Cáceres González que el exalto funcionario soltaba su risa inconfundible mientras era castigado físicamente.

El juicio oral proseguirá el miércoles 28 de febrero, a partir de las 8:00 según dispuso el tribunal de sentencia encabezado por el juez Fabián Weisensee, y los miembros titulares Cándida Fleitas y Laura Ocampos.

Llevado a la Marina por orden de Bower

El Crio. Principal Alfredo Cáceres González en su extenso relato en el juicio oral que se inicio el sábado 26 de mayo pasado, que efectivamente el entonces ministro del Interior Walter Bower Montalto no solamente participó de la sesión de tortura sino que además fue quien autorizó que los apremios físicos se lleven adelante en Unidad del Comando de Infantería de Marina, adonde fue llevado desde el 19 de mayo de 2000.

Cáceres explicó que tras el fallido intento de sublevación contra el Gobierno de Luis Ángel González Macchi, quedó como comandante de la Policía Nacional ya que en ese momento era quien se encontraba en la unidad policial. Además, el entonces comandante policial Casto Roberto Guillén fue imposible de ubicarle, indicó.

Risa inconfundible de Bower

Cáceres aseguró que las preguntas en su interrogatorio las realizaba el exministro Bower Montalto a través del Crio. Basilio Pavón (acusado pero ya fallecido),,quien entonces estaba a cargo de la Comisaría 11° Metropolitana. Alegó que a pesar de estar atado de manos y con los ojos vendados, pudo individualizar perfectamente la risa inconfundible de Bower, quien soltaba su alegría cada vez que era sometido a golpes.

Cáceres testificó que identificó a Bower como el que ordenó que le “aprieten los testículos”, lo que le produjo un gran dolor.

También relató que Vera Espínola fue quien le golpeó los tímpanos con las manos abiertas. lo que le produjo un sangrado que manchó la remera blanca de la víctima.

La agresión de Bower fue desde el inicio de su detención. “Usted es oviedista; prepárese para pelear. No tiene vergüenza, no es digno de vestir el uniforme, sáquese el uniforme”, le había dicho y le hicieron volar el gorro, manifestó.

Cáceres negó que en tiempo de cumplir la función de agente policial, se haya desempeñado como parte de le nucleación que aglutinó al oviedismo. Recién n el 2004 cuando pasó a retiro se unió a esta agrupación, indicó.

Cáceres también relató que Bower le dijo al entonces presidente González Macchi que “yo no le ascendí por ser oviedista. Además, encabezó un grupo de manifestantes campesinos para marzo de 1999″, le acusó.

El interrogatorio era para que revele quien o quienes eran los financistas del frustrado golpe de Estado gestado el 18 de mayo de 2000, según la declaración del querellante adhesivo y presunta víctima de los apremios físicos.

Sobre Bower también dijo que era el todopoderoso del momento. En el pasado de su gestión, en mas de una ocasión le escuchó reír, a través de los medios de prensa, después de asumir el cargo de ministro del Interior, en marzo de 1999. Era todopoderoso porque salía con una ametralladora AK 47, con chaleco antibalas, hacía los procedimientos con la Policía. Por eso el comandante Sapriza dijo que “el ministro del Interior confunde su rol”, recordó la víctima de tortura.

Secuelas de las torturas

El Crio Alfredo Cáceres relató que posterior a la los apremios físicos a los que fue sometido, quedó con secuelas. “Tengo mucha inseguridad”, afirmó. Relató que se realizó estudios de la columna vertebral y dijo que tiene artrosis en las dos primera vértebras. Indicó que no oye bien a causa de los golpes y que usa un balón de oxígeno de forma permanente porque tiene una fibrosis pulmonar.

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