El expresidente de EE.UU. calificó de “caza de brujas” el proceso judicial contra Jair Bolsonaro, mientras la Fiscalía brasileña pide su condena por intento de golpe de Estado. La tensión impacta en el plano comercial.
El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a manifestar este martes su respaldo al exmandatario brasileño Jair Bolsonaro, a quien calificó como “un buen hombre” y víctima de una “caza de brujas” por parte de la Justicia de su país. Las declaraciones reavivan la tensión diplomática entre Washington y Brasilia en un momento particularmente delicado, ya que también se cierne una posible escalada comercial.
“Bolsonaro no es un hombre deshonesto. Ama al pueblo brasileño. Luchó con ahínco por su país”, afirmó Trump durante una rueda de prensa, donde criticó abiertamente el proceso judicial abierto contra el líder de ultraderecha por su presunta implicancia en un intento de golpe de Estado tras perder las elecciones de 2022 ante Luiz Inácio Lula da Silva.
“No es mi amigo, pero lo conozco como representante de millones de brasileños. Y ahora quieren meterlo preso. Es una caza de brujas. Nadie está contento con lo que Brasil está haciendo”, añadió Trump.
Aranceles como presión política
Las declaraciones del expresidente estadounidense llegan una semana después de que amenazara con imponer aranceles del 50% a todos los productos brasileños a partir del 1 de agosto. En su anuncio, Trump citó expresamente el juicio contra Bolsonaro como una de las razones detrás de la medida, además de acusar a la Justicia brasileña de emitir “órdenes secretas e ilegales” contra empresas tecnológicas con sede en Estados Unidos.
Fuerte rechazo desde Brasil
El Gobierno brasileño reaccionó con firmeza. A través de un comunicado oficial, el Ministerio de Relaciones Exteriores señaló que “deplora y rechaza, una vez más, las manifestaciones indebidas” de Estados Unidos sobre asuntos internos del país. “Tales declaraciones no coinciden con los 200 años de respeto y amistad entre las dos naciones”, expresó la Cancillería.
Además, diplomáticos brasileños calificaron como “injerencia” los comentarios provenientes tanto del entorno de Trump como de funcionarios estadounidenses, incluidos miembros de la Embajada en Brasilia y del Departamento de Estado.
Fiscalía pide condena contra Bolsonaro
En paralelo, este martes la Fiscalía General de Brasil solicitó a la Corte Suprema la condena formal de Jair Bolsonaro por su presunta participación en un intento de golpe de Estado, en el que, según el organismo, buscó “garantizar una permanencia autoritaria en el poder” tras ser derrotado en las urnas.
En un extenso informe, la Fiscalía acusó al exmandatario y a siete de sus excolaboradores más cercanos de conformar una “organización criminal armada”, además de imputarle los delitos de “tentativa de abolición del Estado democrático de derecho”, “golpe de Estado” y “daños al patrimonio público”. Las penas podrían sumar hasta 40 años de prisión.
Bolsonaro, por su parte, rechazó las acusaciones y negó cualquier intención de abandonar Brasil. En una entrevista con el portal Poder360, afirmó: “Nada de eso ocurrió. Siempre actué dentro de las cuatro líneas de la Constitución”.
Empresarios brasileños piden evitar guerra comercial
El conflicto político amenaza con trasladarse al plano económico. Este martes, las principales organizaciones industriales de Brasil, encabezadas por la Confederación Nacional de la Industria (CNI), pidieron al Gobierno que inicie una negociación urgente con EE.UU. para evitar la entrada en vigor de los aranceles anunciados por Trump.
El presidente de la CNI, Ricardo Álvarez Alban, confirmó que sugirieron a las autoridades solicitar una postergación de 90 días en la aplicación de las sanciones, para buscar una salida diplomática.
El vicepresidente y ministro de Industria y Comercio, Geraldo Alckmin, quien participó de la reunión, aseguró que la posición del Gobierno coincide con la del sector privado. “Desde abril estamos intentando abrir una vía de diálogo para evitar mayores impactos económicos”, señaló.