Concepción, Paraguay
En el corazón del norte paraguayo avanza uno de los proyectos industriales más ambiciosos del país: Paracel, una planta de celulosa que promete revolucionar la producción forestal e impulsar el desarrollo energético y socioambiental de la región.
Con una inversión multimillonaria, el emprendimiento se levanta sobre 250 hectáreas destinadas a instalaciones industriales, e incluye una logística integral por vía fluvial, tecnología de punta, impacto laboral sin precedentes y un firme compromiso con la sostenibilidad.
Producción de celulosa y exportación por el río
Según Luciano Lafuente, director del proyecto, la planta tendrá capacidad para producir 1,8 millones de toneladas anuales de celulosa de eucalipto blanqueada (BHK), equivalente a unas 5.000 toneladas diarias, que serán exportadas a través de una terminal de barcazas ubicada a solo 2 o 3 kilómetros del complejo.
El sistema logístico contempla convoyes de 12 barcazas con capacidad para 30.000 toneladas, que conectarán con puertos en Uruguay y Argentina en aproximadamente 11 días, lo que optimiza costos y reduce emisiones contaminantes.
Construcción de gran escala
Desde el inicio de las obras en 2021, se han movido 6 millones de metros cúbicos de suelo, concluyendo esta fase en abril de 2025. El proceso constructivo requerirá 170.000 m³ de hormigón y 60.000 toneladas de estructuras metálicas, provenientes de diversos países.
El montaje incorpora tecnología de empresas líderes como ABB (Suecia) y proveedores de Finlandia, Austria y Corea del Sur. La ingeniería fue desarrollada en modelos 3D para mejorar la precisión y eficiencia en la ejecución.
Impacto laboral directo e indirecto
Durante el pico de construcción, Paracel prevé emplear hasta 9.000 trabajadores, con un total estimado de 40.000 personas involucradas en diferentes fases del proyecto (preparación del sitio, obras civiles, montaje y pruebas) durante los 30 meses que durará esta etapa.
Una vez operativa, la planta funcionará con 600 profesionales en tres turnos y se estima un total de 1.000 empleos directos en la planta industrial y 3.000 en el área forestal, con un impacto indirecto en más de 40.000 personas en toda la región. Unas 320 personas ya han sido capacitadas en operación y mantenimiento en colaboración con universidades locales.
Energía limpia y autosuficiencia
Además de celulosa, Paracel generará energía renovable a partir de residuos forestales. La planta será autosuficiente energéticamente y producirá un excedente de 90 megavatios, suficiente para abastecer a 260.000 hogares. Este excedente será vendido a la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) mediante un contrato de cogeneración.
Compromiso ambiental y forestal
Con un presupuesto ambiental de USD 2,5 millones en 2024, Paracel implementa sistemas avanzados de tratamiento de agua, con una capacidad de reutilización de 25.000 a 30.000 m³ por tonelada de celulosa producida. Además, monitorea activamente 1.200 especies nativas con cámaras trampa, gestiona 150 hectáreas de bosque nativo y 350 de campo natural, y cuenta con certificación forestal internacional.
Siete torres de vigilancia con inteligencia artificial y un equipo de 135 personas trabajan en la prevención y combate de incendios forestales.
Impacto social y relación con comunidades indígenas
Paracel desarrolla 32 programas socioambientales, incluyendo proyectos de agricultura sostenible, acceso al agua, infraestructura y energía en comunidades locales e indígenas como Vy’a Renda (Mbya Guaraní). Entre las acciones destacadas figura la construcción de sanitarios escolares, el apoyo a cultivos como cebolla, tomate, piña y poroto, y la instalación de sistemas de agua potable.
Desde el inicio de las obras, unas 450 personas locales participaron en la preparación del sitio, incluyendo la edificación del campamento base en Concepción.
Zona franca, expansión y proyección internacional
La planta operará bajo régimen de zona franca con una concesión de 30 años, lo que le otorga incentivos fiscales y competitividad internacional. Los contratos priorizan la participación de empresas paraguayas, y en caso de requerir técnicos extranjeros, se cuenta con el apoyo del Ministerio del Trabajo para facilitar procesos migratorios.
El proyecto contempla, además, la posibilidad de duplicar la capacidad de la planta a futuro, con terrenos ya reservados para su expansión.
Paracel, más que una planta de celulosa, representa una apuesta estratégica por la industrialización sostenible, el desarrollo regional y la innovación tecnológica en Paraguay. Su ejecución marcará un antes y un después en la economía del norte del país.