En su afán de reducir al mínimo las estructuras del Estado, el presidente argentino, Javier Milei, decidió avanzar en el cierre del Instituto contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi), y lo hizo con un argumento contundente: «No sirve para nada».
El anuncio fue hecho este jueves por el portavoz del Gobierno argentino, Manuel Adorni, que enmarca la medida en un plan más amplio para cerrar organismos del Estado. «Se tomó la decisión de avanzar en el desmantelamiento de diferentes institutos que no sirven para nada o son grandes cajas de la política o lugares para generar empleo militante. Empezamos a avanzar con el primero de ellos, que va a ser el Inadi. Estamos empezando con su cierre definitivo», explicó Adorni.
Según el portavoz del ultraliberal que gobierna desde diciembre Argentina, el Inadi tiene cerca de «400 empleados y oficinas a lo largo y ancho del país» conducidas con frecuencia por «funcionarios de dudosa idoneidad».
«Por desgracia, los tiempos no son tan veloces como uno quisiera, pero no vamos a seguir financiando ni rosca (arreglos) política, ni lugares donde se pagan favores políticos y donde haya cientos o decenas de puestos jerárquicos que no suman absolutamente nada a un país empobrecido».
Clarín, el principal diario argentino, adelantó este domingo una auditoría del Ministerio de Justicia, del que depende el Inadi. Según el periódico, muchas de las oficinas «están ocupadas por las diferentes líneas internas del kirchnerismo«. Las oficinas, además, se ubican mayoritariamente en provincias o ciudades gobernadas por el peronismo
El Inadi fue creado en 1995 por ley, durante el Gobierno del peronista Carlos Menem, que aplicó una política económica liberal, aunque no al extremo de la que impulsa Milei.
El portavoz presidencial señaló que el cierre del Inadi es sólo el primero de muchos.
«Hay un sinfín de institutos que Milei está decidido a sacar. Siempre dijimos que el Estado tiene que achicarse, es nuestro plan de gobierno. Nos encantaría que esté cerrado hoy, pero hoy empezamos con las cuestiones administrativas. En algunos casos será por decreto y en otros será la decisión de cada ministro».
Críticas de la oposición
El anuncio de Adorni fue recibido con rechazo por parte de la oposición. «El Gobierno de Milei -que va camino a ser el más discriminador, xenófobo y racista de la historia democrática- cierra el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), creado por la ley 24.515 en 1995. Repudio absoluto a esta decisión», dijo Germán Martínez, portavoz del grupo peronista en la Cámara de Diputados.
El Inadi fue objeto de críticas durante el reciente gobierno del peronista Alberto Fernández, que designó al frente del instituto a Victoria Donda. En 2021, la empleada que realizaba labores domésticas en el hogar de Donda denunció que su empleadora le pagó durante 10 años su salario «en negro» y sin contemplar vacaciones ni pagas extras.
Según la empleada, Donda le ofreció sumarla a la plantilla del Inadi para que cobrara un sueldo. La Justicia calificó de verosímiles las acusaciones, pero no pudo probarlas. Donda renunció a la dirección del Inadi en 2022, pero el daño reputacional para el instituto que ahora quiere cerrar Milei ya estaba hecho.
Entre las funciones del Inadi en sus 29 años de existencia se contaban las de «elaborar políticas nacionales para combatir toda forma de discriminación, xenofobia y racismo«, además de llevar adelante «políticas públicas federales y transversales articuladas con la sociedad civil, y orientadas a lograr una sociedad diversa e igualitaria».