La seguidilla de episodios de sicariatos que se perpetran en el departamento de Canindeyú tiene como trasfondo la disputa de clanes de narcotraficantes.
Investigadores de la Policía confirmaron que las dos muertes a balazos, de Gaspar Peralta (23) y de Eliodoro Ramón Ibáñez (46) que se reportaron ayer, pertenecen al grupo liderado por Felipe Santiago Acosta, alias Macho.
El delincuente es en la actualidad el criminal más buscado por la justicia, por crímenes que van desde asesinatos hasta tráfico de cocaína y marihuana.
Eliodoro Ramón era, conforme datos de la Policía, el número dos de Macho, y uno de los que sobrevivió al operativo Ignis en el que murieron 9 miembros de la agrupación criminal y varios otros fueron detenidos.
En círculos de la pesquisa señalan que la muerte por encargo de los dos miembros, en la víspera, es la réplica de la banda rival, después del atentado cometido contra Benicio Silva, alias Silva Hû, el fin de semana último. Allí el atacado repelió a balazos a 8 sicarios que irrumpieron en su casa en horas de la madrugada.
Después de Ignis, el poderío de Macho se redujo significativamente, al punto que otros grupos que operaban casi de forma marginal, empezaron a ganar terreno, desatándose una guerra abierta de pandillas.
En la actualidad Canindeyú encabeza la lista de zonas de alta incidencia de hechos de sicariatos, desplazando incluso a Amambay, departamento que ostentaba la mayor cantidad de crímenes de esa índole.
