Pese a que en Italia se especula sobre su posible retirada del fútbol, el legendario guardameta Gianluigi Buffon celebra este viernes su 44 cumpleaños.
Nacido en Carrara (Toscana, centro) el 28 de enero de 1978, Buffon ha vivido 27 de sus 44 años como profesional, en una carrera de leyenda que le vio conquistar 27 trofeos, entre ellos el Mundial de 2006 con la selección italiana, y convertirse en un ídolo para las jóvenes generaciones de porteros.
Jugador con más partidos en la historia de la Serie A (657) y de la selección italiana (176), diez veces campeón de Italia, una vez campeón de Francia y dueño del récord de minutos sin recibir goles en el Calcio (973), Buffon dejó el curso pasado el Juventus para regresar al Parma, el club en el que comenzó su gloriosa carrera.
«Gigi», como es apodado en Italia, ya se ha acostumbrado a lo largo de su trayectoria, y más en los últimos años, a recibir elogios y críticas por su rendimiento y ha interpretado ambos como una motivación para seguir.
«He oído hablar de mi ‘funeral’. Qué vayan al funeral, pero no encontrarán a nadie», fueron unas ya célebres declaraciones de Buffon tras una de sus últimas grandes actuaciones en la Liga de Campeones.
Es un concepto en el que suele insistir mucho el portero italiano. También lo hizo este año tras parar su tercer penalti en menos de mitad temporada en la Serie B.
«Mira, después de la visita al Lecce, cuando perdíamos 0-4 en la primera mitad, tuve que oír a dos ‘loros’ decir que Buffon tenía que retirarse. No me voy a retirar porque un partido nos sale mal. ¿Todos los demás partidos no cuentan? Pero yo vivo por estas cosas, me dan energía», aseguró.
Su vigésima séptima temporada como profesional no está yendo de la mejor forma para el Parma, que está más cerca del descenso a la Serie C que de los puestos de ascenso directo a la Serie A, pero sus actuaciones personales siguen de alto perfil.
Más allá de los penaltis parados, está realizando intervenciones de mérito, las más recientes en el último encuentro perdido 0-1 ante el Frosinone, lo que, pese a no dar puntos a su equipo, evitó una derrota que pudo ser mucho más abultada.
Su legendaria trayectoria comenzó el 19 de noviembre de 1995, con 17 años, como cancerbero del Parma.
Se afirmó rápidamente como uno de los mejores porteros de Europa, al coronarse campeón de la Copa UEFA de 1999, y fichó al acabar ese año para el Juventus, en el que estuvo 19 años.
Vivió un idilio con la camiseta «bianconera» y hasta aceptó descender a la Serie B en 2006, cuando era flamante campeón del mundo, tras el escándalo de fraude deportivo «Calciopoli».
Logró el ascenso inmediato y resurgió hasta conquistar otros ocho títulos ligueros.
Se le quedó el disgusto de no poder ganar la Liga de Campeones, agudizado por perder tres finales, y el de no poder sellar el récord de participaciones en un Mundial, seis.
De hecho, formó parte de la selección italiana que perdió la repesca mundialista de 2017 contra Suecia y que no participó en la Copa del Mundo de Rusia.
A pesar de eso, es una leyenda viva del fútbol y ya es el cuarto portero profesional más longevo, detrás de Andrea Pierobon y el egipcio Essam El-Hadary, ambos retirados a las 45 años, y los británicos Peter Shilton (47) y Kevin Poole (51).
Fuente: Agencia EFE