Servicios, manufactura, construcción y ganadería lideraron la expansión, mientras que la agricultura mostró una leve contracción
La economía de Paraguay registró un crecimiento del 5,9% en el primer semestre de 2025, impulsada por el dinamismo de los sectores de servicios, manufactura, construcción y ganadería, según informó este viernes el Banco Central del Paraguay (BCP).
De acuerdo con el informe de Cuentas Nacionales Trimestrales, el Producto Interno Bruto (PIB) trimestral experimentó un incremento interanual del 5,9% en el segundo trimestre del año, consolidando así una expansión acumulada del mismo porcentaje al cierre del primer semestre.
El reporte fue presentado por el economista jefe del BCP, César Yunis; el gerente de Estadística Económica, Gustavo Cohener; y el jefe de la División de Indicadores de Corto Plazo, Darío Ruiz Díaz.
Sectores clave del crecimiento
El sector servicios fue el principal motor del crecimiento económico, con una expansión interanual del 6,8%, alcanzando un crecimiento acumulado del 6,4% en el semestre. Le siguió la industria manufacturera, con un crecimiento interanual del 4,3% y un acumulado de 5,6%.
La construcción también mostró una notable recuperación, con un aumento interanual del 4,5% y un crecimiento acumulado de 8,6%.
Por su parte, la ganadería registró un crecimiento interanual de 4,8% y un acumulado de 7,7%, favorecida por el aumento en el faenamiento de bovinos, aves y cerdos.
En contraste, la agricultura presentó una caída del 3,1% en el segundo trimestre, cerrando el semestre con una contracción acumulada de 3,2%. La baja producción de soja fue el principal factor, aunque el crecimiento en otros cultivos como maíz, arroz y algodón ayudó a mitigar el impacto.
El sector de electricidad y agua —que incluye la generación de energía en las binacionales— también tuvo un desempeño destacado, con un crecimiento interanual del 14,3% en el segundo trimestre y un acumulado de 11,0% en el semestre.
Inversión en alza y consumo como motor
En el análisis por el lado del gasto, el consumo privado y la inversión fueron los principales impulsores del crecimiento económico, mientras que el gasto público y las exportaciones netas tuvieron un efecto contractivo.
Las inversiones mostraron un incremento interanual del 22,4% en el segundo trimestre, impulsadas por la adquisición de maquinarias, equipos, vehículos, inversiones en construcción y productos metálicos.