El duelo entre Inter de Milán y River Plate por el Mundial de Clubes terminó con un tenso y lamentable episodio. El conjunto italiano se impuso por 2-0 y logró la clasificación a octavos, dejando eliminado al equipo argentino. Sin embargo, el resultado deportivo quedó opacado por un violento cruce entre Denzel Dumfries y Marcos Acuña, que casi se van a las manos en los vestuarios.
El partido, cargado de tensión desde el inicio, ya había dejado indicios de un final agitado: River sufrió las expulsiones de Lucas Martínez Quarta y Gonzalo Montiel. Pero la situación se descontroló tras el pitazo final. Dumfries y Acuña, que se habían enfrentado constantemente durante el partido en el sector derecho del Inter e izquierdo de River, cruzaron miradas y gestos sutiles que anticiparon lo que vendría.
Ambos jugadores caminaron en paralelo hacia el túnel de vestuarios, donde aparentemente planearon continuar su disputa lejos de las cámaras. Percibiendo la tensión, varios jugadores y miembros del cuerpo técnico de ambos equipos salieron corriendo desde los bancos para evitar una pelea mayor.
Durante el partido, Acuña ya había mostrado signos de frustración por la derrota, llegando incluso a increpar a miembros del cuerpo técnico del Inter, dirigido por el rumano Cristian Chivu. En la zona del túnel, futbolistas como Barella, Carlos Augusto y el propio Chivu intervinieron rápidamente. En tanto, del lado de River, el arquero Franco Armani ayudó a calmar los ánimos.
En medio del caos, Acuña terminó forcejeando con compañeros y rivales que intentaban detenerlo. Incluso tuvo que ser derribado al césped por sus propios compañeros para evitar que alcanzara a Dumfries, quien fue escoltado al vestuario. Desde la tribuna, algunos hinchas de River arrojaron objetos que impactaron en la cabeza del neerlandés, aunque sin consecuencias graves.
La tensión entre Dumfries y Acuña no es nueva. Ambos ya habían protagonizado un fuerte cruce en los cuartos de final del Mundial de Qatar 2022, cuando Argentina eliminó a Países Bajos en una definición por penales que dejó un clima muy caldeado.
Consultado en zona mixta, Dumfries negó que hubiese habido insultos racistas. «No, no hubo nada de eso», declaró con firmeza. La posibilidad había surgido tras la fuerte reacción del jugador argentino y la tensión general.
Al finalizar el encuentro, el entrenador de River, Marcelo Gallardo, lamentó el episodio:
“Entiendo las pulsaciones de los futbolistas, pero este final no es la imagen que queremos dar. Una gresca entre dos jugadores hace que toda la gente se meta. No es el estilo de River que las cosas terminen de esta manera”, afirmó.
La FIFA podría tomar cartas en el asunto y sancionar a los involucrados por conducta antideportiva. El espectáculo quedó empañado por un cierre violento, cuando debía ser una fiesta del fútbol.
